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Breve y precisa por ahora, espero extenderme pronto para los amigos.
El jueves 15 nació mi Juanma, es un gordito suave y muy mamón (de que mama todo el día y de que quiere mamita a cada rato, ambos). Los dos estamos bien, ya en casa, habituándonos.
Extraño el blog. Ya vuelvo.
Mara

soy una olla a presión llena de estrógenos. o como me dijo un amigo hace un par de días, tengo las hormonas al volante.
no estoy acostumbrada a ser así, soy el tipo de mina tan racional que hay hombres que me han considerado su "mejor amigo", y me han dicho un montón de veces que tengo mi lado masculino muy desarrollado y cosas por el estilo; pero ahora ando puro estrógeno, llorona, emocional, y no sé qué mierda hacer conmigo porque en verdad no estoy acostumbrada. le comenté al gine para el último control, porque para después de la Cata hice algo así como una depresión postparto, pero más suave y breve, y me dijo que apenas nazca el bebé podemos empezar con un antidepresivo ligero, pero ahora era una tontera porque de todos modos se tarda como 10 días en empezar a surtir efecto y es peligroso iniciar un tratamiento tan encima de la anestesia, si hubiese tenido menos tiempo de embarazo no sería problema. así que me queda bancármela.
la lata grande es que, si yo no sé qué hacer conmigo, el resto menos. y de los 3 que más me importan, porque están cerca y todo lo que dicen, me afecta, no es mucho lo que puedo esperar: mi pareja se pone tieso que ni me abraza, mi mamá y mi mejor amiga me retan. hubo un día en que no paraba de llorar y de echarle la foca a todo el mundo y al final me di cuenta de que lo único que quería era que a alguien se le ocurriera darme un abrazo, pero que no quería pedirlo, me sentía mendigándolo. MINAAAA, TERRIBLEMENTE MINAAAA
este fin de semana estuve solita por algunas horas, y lógico que otra vez tengo más hormonas que sangre y linfa, y se me cruza la hueá de que quiero a mi papá. cuando me hace falta, siempre me da por echarlela bronca y gritarle que en qué mierda estaba pensando cuando se le ocurrió enfermarse. obvio que al pobre viejo no se le ocurrió, un día le hicieron un escáner y ahí estaba el puto tumor en el colon y las malditas metástasis que le habían comido el hígado, pero como no acostumbro enojarme con Dios, prefiero echarle la culpa a Juanito. y cuando sale la frase es como conseguir tirar toda la mierda fuera, salen los gritos y las pataletas, y hoy salió llanto, mucho llanto, de ese en el que acabas hecho un lulo en el suelo con sollozos tan cansados que apenas te mueves cuando entra el hipo.
le había dicho que me hace falta y me di cuenta que no es tan cierto, es más preciso que lo hecho de menos, que puta que lo hecho de menos. me las he ingeniado bastante bien sin él, fue un viejo sabio que me dio en 26 años todo lo que tenía y otro poco, y por eso supongo que decir que me hace falta no es exactamente lo que me pasa. extraño sus abrazos, que no eran muchos, pero eran espontáneos e intensos; extraño sus cariños en mis sienes, con sus manos chicas, de dedos perfectos, casi femeninos si no hubiese sido por tan peludo que era, y esos si eran casi a diario; extraño su manera de hablarme y de nombrarme: si conversaba conmigo, era la peladita, pero si hablaba de mí con otras personas era la patroncita (si el tercero era de la familia) o simplemente la marinita (si era alguien más); extraño sus conversaciones filosóficas a la hora de las noticias, siempre elucubrando acerca del origen sociológico de la delincuencia, la drogadicción, el aborto y el embarazo adolescente, siempre criticando a la iglesia (nuestra iglesia) que pensara que la inmoralidad sólo vivía entre las sábanas... eso me dio risa, pensábamos distinto en un montón de cosas, pero eso es algo en lo que pienso exactamente igual a él...
mi gine también se llama juan, y aunque es un teutón ronco y grandote, mientras MI JUAN era un mestizo muy mapochino, a veces me hace sentir esa protección y ese amparo que mi viejo me producía. cuando nació la Cata y todos partieron tras ella a la sala de neo, él acabó de suturarme y luego se paró cerca de mí y me acarició la cabeza. cuando me notó medio rara como al 4° mes de nacida la niña, él mismo me preguntó y me dio pastillas y consejos para la distimia. ahora que le conté que andaba huevona, me preguntó si tenía que poner a Rodrigo en su lugar. me hace sentir que realmente se preocupa por mí Marina, no por mi paciente, aunque no puedo echarme a llorar en sus brazos o besuquearlo de alegría según la ocasión.
aunque ando tan estrogénica que capaz que en el control del miércoles lo hago.