lunes, diciembre 01, 2008

y qué fue de ella?

la almita me dice que parece que el post anterior no fuera yo. qué cosa más cierta, desde hace unas semanas soy otra...
algo me pasó. una discusión fuerte, pero no tan fuerte como otras, fue la gota que rebalsó el vaso y me convirtió en una Mara extraña. creo que lo único que sigue como siempre es la Mara mamá, porque en realidad mis pelaítos maravillosos son la inspiración de mi vida, y mirar sus caritas hace que salga el sol.
de golpe soy una mina triste, cada día más serena y más triste. mi relación se ha ido al carajo y en realida lo único esperanzador es que estamos buscando ayuda, pero yo tengo un hoyo en el pecho que hasta hace nada sentía reventarse de amor. me siento tan cansada que ni siquiera tengo ganas de escribir acerca de eso, quizás mañana...

lunes, octubre 27, 2008

no hay plazo que no se cumpla

llegó el día. uno de esos a los que temí tanto por tanto tiempo, en silencio, sin confesarlo ni a mi misma...
después de muchas, pero muchas discusiones, diferencias, altercados, siento que ya no tengo fuerzas.
he dicho en este rincón que muchas veces sentí que esta relación la sostenía emocionalmente yo. que yo me acercaba, que yo comenzaba de nuevo, que yo hacía la vista gorda a los gestos desagradables y las palabras duras (bueno, en honor a la verdad no soy yo quien dice lo siento a menudo, pero reparo con celo el mal causado, como decimos los leguleyos). y bueno, eso sigue tal cual y cada día más: este matrimonio anda bien cuando yo ando bien, porque soy imprescindible para el motor de partida aunque luego lo mantengamos en marcha juntos.
y hoy me cansé. ya no quiero comenzar otra vez. no es que tire la esponja y decida que no tiene vuelta, es sólo que no quiero ser yo quien de nuevo quien dé el primer paso, porque necesito sentir que mi lugar en este casa de verdad es mío, no que podría ser ocupado por cualquiera que cumpla mi rol.
estoy tan triste y tan cansada que creo que soy una lámpara en el living, soy un elemento decorativo de una vida ajena que decide en qué rincón me pone y si me prende o me mantiene apagada. tengo pena. tengo rabia. sobre todo tengo cansancio... de adentro, muy de adentro

domingo, octubre 05, 2008

2043

Nunca creyó que pasara la barrera de los 55; su familia estaba llena de hombres y mujeres que habían muerto de extrañas y no tan extrañas enfermedades mucho antes de llegar a la primera vejez, por lo que durante mucho tiempo había orado con resignación, pidiendo que al menos sus hijos no fuesen tan niños el día que partiese. Y, sin embargo, hace unas 3 semanas había celebrado sus 73 años, acompañada de sus hijos y de un puñado de maravillosos nietos que jamás imaginó conocer y, menos, ver crecer...
Eso sí, hacía ya un par de años había perdido a su compañero de vida. No le gustaba recordar cómo había sido, las terapias químicas y de rayos habían consumido lo que incluso en la vejez fue un hombre hermoso y dulce, para transformarlo en un tipo excesivamente delgado, de piel verdosa, lejano y amargado; prefería recordar sus años de juventud y de madurez, riendo siempre, amándose con frecuencia, armando proyectos comunes en todos los momentos libres. Vivió el luto con dignidad y asumió la viudez con calma. Se esforzó en recordar que muchas mujeres de su familia sobrevivieron a soledades largas y duras, mientras ella gozó de años de estabilidad, en que incluso las peleas más álgidas tuvieron dulzura. Vendió su casa lo más rápido que pudo y se mudó a un pequeño departamento, en el que hoy tomaba su habitual desayuno: una taza de café de filtro sin diluir, una manzana y galletas de arroz con queso fresco; y cumplía el absurdo rito que había adoptado el día de los funerales de su esposo: leer el obituario electrónico.
Por primera vez, en años, su mente quedó en absoluto silencio mientras sus ojos gritaban un nombre provocadoramente familiar. No podía ser. No podía ser. Habían pasado algo menos de 40 años desde la última vez que había pronunciado ese nombre, tan lleno de emociones abruptas y violentas. 2 días atrás, si la información era cierta, rodeado de su esposa, hijos, nietos y amigos había muerto su amante...
Es verdad. Esa compuesta y comedida mujer, que había vivido una vida planificada y perfecta, por allá por el 2000 le abrió las puertas de su vida (y también sus piernas y hasta un poco de su corazón) a un desconocido que la había llenado de emociones insospechadas.
Primero fue un beso. Sorpresivo e intenso, aunque lleno de dulzura, que la hizo huir todo lo pronto que pudo. Es que ¿hace cuántos años no la besaban otros labios? y muy a su pesar debió reconocer que le gustó, le gustó mucho, al punto que no pudo quitárselo de la piel hasta el día en que volvió a verlo. Como por esos años cantaba Sabina, "ella le pidió que la llevara al fin del mundo", a lo que él respondió tomándola suavemente de la mano y llamando un taxi... pasaron toda la tarde en el departamento de él, nada más acariciándose recostados sobre la alfombra, lo que terminó por sacarla de sí. A la tarde siguiente se encamaron de una forma tan visceral y tan instintiva que no parecían humanos, ni siquiera atisbaban la culpa o la sensación de adulterio, eran apenas un par de gatos retozando con calma, pero con fuerza.
Aunque trató, no pudo recordar cuánto tiempo mantuvieron su aventura. Ciertamente fueron muchas las tardes en que, bajo cualquier pretexto, ella se metía entre su piel, sin importar si era en el departamento de él, en un motel parejero, en un hotel elegante o en el asiento de su auto. Dos parecían ser las cosas que a él le seducían: la claridad con que ella había planteado que no dejaría a su familia (qué cosa masculina más atractiva en una mujer) y lo muy mujer que demostraba sentirse entre sus brazos; pero eso era algo que ella elucubró en su momento, porque él no hablaba mucho... se limitaba a acariciarla, tomarla y besarla de todas las formas posibles y a volverla loca cada vez que la tenía.
Un día ella desapareció. Bloqueó teléfonos, casillas electrónicas y cualquier posible medio de contacto. Esperaba que él pensara que finalmente la culpa la había atrapado y, tan educado y respetuoso como había sido siempre con ella, respetase su alejamiento; y aunque sí fue respetuoso y jamás volvió a buscarla, la verdad era otra. La verdad es que por primera vez en su vida ella pensó en abandonarlo todo y correr tras esos otros besos, esos otros abrazos descontrolados y esas otras embestidas desesperadas y alucinantes y, consecuente con su visión muy masculina de la vida, ella decidió dar vuelta la página.
El día que desapareció, lo olvidó. Nada más un par de veces lo recordó oyendo alguna de esas canciones que les acompañaron en sus tardes apasionadas, pero suprimió el recuerdo en la convicción de que en realidad nada nunca había pasado, que todo formaba parte de esas historias que a veces se inventaba para calmar la irrespetuosa, desordenada y viciosa mujer que vivía en un rincón, no sabía si de su alma, su mente, su corazón o de todas partes.
Eso hasta hoy, en que leyó 5, 8, 12 veces su nombre en el obituario antes de convencerse que en verdad era él, de procesar con alegría que él también había sido feliz, que había construido su propia vida, que había muerto rodeado de amores y de proyectos acabados y a medio andar.
Se puso de pie. Se cambió los zapatos, el chaleco de hilo y el pañuelo del cuello por otros negros y salió al jardín. Cortó ramas del jazmín y la fucsia y partió rumbo al Cementerio a reencontrarlo.

jueves, septiembre 25, 2008

de las cosas que no me canso

a punto de entrar al último trimestre del año, se acercan algunas reuniones sociales que tengo cada año y pensaba que nunca me cansaré de volver a ver a la gente que ha sido importante en mi vida. y me pregunté si son muchas o varias las cosas de las que no me canso, me parece que el listado es más o menos así:
1.- no me canso de mirar, besar, acariciar y abrazar a mis pelaítos ricos
2.- no me canso de un buen polvo y la posterior conversación entretenida (aunque sea al despertar, no tengo prisas)
3.- no me canso de caminar por el centro de Santiago, sobre todo alrededor del Santa Lucía y cerca del Barrio Yungay
4.- no me canso de hablar con gente con argumentos, sobre todo si discrepan conmigo
5.- no me canso de recordar a mi viejo, sobre todo sus cosas chistosas
6.- no me canso de recordar mis aventuras amorosas de otra época
7.- no me canso de cocinar cositas ricas y luego compartirlas (sí de limpiar la cocina después, pero me sobrepongo)
8.- no me canso de oír a Serrat, a Queen, a Inti Illimani y todas las versiones de My Way (incluída la de los Sex Pistols)
9.- no me canso de oír las historias de mi tata Pedro
10.- no me canso de vivir conmigo

mmm... lo demás suele tener su nivel de saturación, no porque sea malo, aburrido o desagradable. sólo me canso, jaja

martes, septiembre 23, 2008

como yo hablo y hablo de mis hijos, sin pausa, con veneración, declarándome enamoradísima de ellos, me preguntaron si estaba enamorada de mi esposo
hace unos meses atrás hubiese contestado que sí vehemente, lo que no pasó esta vez. no es que no esté enamorada, es que estoy en un replanteamiento general de mi vida.
un día me senté conmigo (ya saben, esquizofrenia es mi segundo nombre) y me di cuenta que en mi vida todo tenía su lugar: mis hijos, mi esposo, mi mamá, mis hermanos, mi trabajo, mi casa... pero no vi mi propio lugar.
como soy una chica esencialmente racional, hice un balance y noté, con orgullo y alegría, que no tenía ni una pizca de arrepentimientopor haberme dedicado preferentemente a la maternidad y la familia, simplemente era lo que tenía que hacer para mi serenidad espiritual. pero también noté que ahora sí necesitaba un lugar para mí, y comencé a construirlo lentamente.
cambié algunas costumbres domésticas que existían en pro de los demás y no eran tan beneficiosas para mí. tuve la fortuna de recibir una muy buena oportunidad de trabajo. bajé un poco de peso y puse algo más de cuidado en mi apariencia. me reencontré con gente querida a quienes había perdido.
en ese proceso, lo que más gané fue seguridad. los ajustes y cambio hasta acá han sido menores, pero mi percepción de mi misma mejoró exponencialmente...
lamentablemente hubo efectos secundarios, porque mi partner resintió esta recuperación de seguridad mía y comenzó a mostrarse él algo inseguro. y eso es un problema, porque yo necesito admirar a mi pareja y esa inseguridad, desconocida hasta ahora, le restó brillo.
a eso se sumó una nueva visión del pasado reciente. nuestra relación siempre ha tenido un componente crítico, no somos el tipo de pareja que se solace en su perfección, sino que tiene mucha conciencia de las limitaciones y defectos del otro. y en todo este jaleo me di cuenta que ese argumento mío de que siempre será el hombre de mi vida, porque con él me proyecté y con él construí, en realidad no es tan preciso, porque quien ha puesto más de su parte y ha renunciado sucesivamente a una y otra cosa he sido yo... o sea, lo que hemos soñado y lo que hemos logrado tiene más de mío que de nuestro.
le he dado mil vueltas a la pregunta y a la respuesta. creo que en realidad el sentimiento por él no ha cambiado, al menos no radicalmente, pero el asunto es que el sentimiento por mi misma necesariamente cambiará todo mi mundo, y quizás ese amor que sentía como imperecedero, potente e incondicional tenga muchas más limitaciones de las que yo creía.
por un rato dejaré de pensar. ya veremos qué siento mañana

domingo, septiembre 14, 2008

en algún lugar queda lo que no debe vivirse

de algún lugar que sin dudas estaba más allá de su profunda intimidad, llegó una oleada de deseo que, por primera vez en mucho tiempo, no tenía relación con su compañero de toda la vida. inicialmente lo atribuyó a un sujeto en particular, pero con el transcurso de los días advirtió que tenía más bien que ver con ella misma. porque, seamos honestos, su relación estaba muy bien; quizás, en un extremo de exigencias absurdas, podría reclamar que tanto tiempo de alegría y estabilidad carecía de emoción, pero no de ternura, ni de pasión, ni de entusiasmo.
se sentó en la cama un poco nerviosa. contaba con unos minutos de tranquilidad entre sus mil ocupaciones, pero aún no estaba convencida de querer hacerlo; en el fondo, tenía total claridad acerca de que aquí en más todo sería su responsabilidad, que voluntariamente pondría en riesgo la serenidad de su vida por volver a vivir la adrenalina de ser totalmente egoísta y pensar en el placer por el placer, sin bemoles. intentó marcar el número 5 ó 6 veces sin conseguirlo, se arrepentía cada vez. se sirvió un vaso de agua, que bebió sin pausa, y sintiéndose una jovencita otra vez, finalmente lo llamó.
la conversación fue breve, sólo acordar lugar y hora para tomar un café en un lugar muy concurrido, que supuestamente mantendría a cada quién en su sitio. como ya estaba lista, sólo tomó su cartera y las llaves del auto, y condujo hasta el centro comercial, donde primero trató de serenarse mirando objetos que no podía comprar, como un reloj finísimo y un vehículo a batería para su hijo menor. trataba de no pensar en lo que haría, o en si se veía linda, o si había llegado demasiado temprano. curiosamente, no tenía que esquivar los pensamientos acerca de su pareja y sus hijos, pues simplemente ellos no llegaban, lo que le hizo sonreir irónicamente al darse cuenta de que en verdad esta pequeña pausa a la cotidianeidad era un regalo a si misma. y tanto trató de distraerse que se sobresaltó cuando oyó el celular: él quería saber si le había pasado algo, pues ya llevaba un tiempo de esperarla.
subió por la escala mecánica y lo vio apenas asomó al piso en que estaba el café en que se reunirían. hicieron contacto visual del inmediato, y sin embargo ninguno de los dos sonrió; podría decirse que siquiera pestañearon. en los últimos segundos, ella creyó arrepentirse y se desvió hacia la derecha de la mesa en que él se encontraba, pero, para su sorpresa, él se puso de pie con toda naturalidad y la siguió con discresión hasta el auto.
con las manos sudorosas del arrepentimiento y la prisa, trató de abrir la puerta del conductor con las llaves (qué cosa más absurda, si con el control de la alarma pudo hacerlo con un dedo...), pero antes de que consiguiese calzar la llave, sintió cómo él la asió por la cintura y le olió la nuca y tras los oídos. si había alguien más en el estacionamiento, es una incógnita. él la giró hasta dejarla de frente y le dio un beso dulce, pero potente; al tomarle las manos, se hizo de las llaves y, sin dejar de besarla ni de sujetarla firmemente contra su cuerpo, quitó finalmente los seguros y subió con ella al asiento trasero. ya no había vuelta atrás

jueves, septiembre 11, 2008

no puede ser. resulta que al final sigo siendo la misma pendeja instintiva y desconsiderada que creí haber dejado de ser.
mi primer amor fue un amor platónico. teníamos 11 o 12 años y en realidad también él me quería, sólo que era demasiado tímido y lo más lejos que llegó fue a tomarme la mano. yo lo quería con esa veneración con que se quiere en la pubertad, con esa deseperación de estar viviendo el primer amor y con el terror de no ser correspondida.
y un día se fue. éramos tan chicos que no nos separó la universidad o el trabajo, sino la picante enseñanza secundaria. yo hice un par de esfuerzos muy grandes por mantenerme en su camino, pero él hizo lo que cualquier adolescente sensato hubiese hecho y se concentró en sus cosas, y eso es algo que, estoy descubriendo, en realidad nunca le perdoné.
hace como 10 años apareció un día, y para mí fue un mundo nuevo. aunque creo que soy intensa y que en mi vida he amado, querido y sentido a todo dar, la respuesta física que mi cuerpo tenía a su presencia era algo increíble. hablar con él, mirarlo, tomarnos un café, recibir una llamada al celular era una oleada de emociones que se paseaban por detrás de mir orejas, por mi nuca, por las clavículas, por las yemas de los dedos y hasta por detrás de las rodillas (no es una metáfora, es en serio).
nos besamos el mismo día en que volvimos a vernos, lo que fue un mal presagio porque nos encamamos rápido. por una parte, yo esperaba superarlo (fue placentero sentir tantas cosas, pero yo ya estaba embarcada en una relación buena y seria que no pretendía abandonar) y, por la otra, desquitarme un poco del despecho que sentí cuando se fue siendo niños. esta vez desaparecí yo apenas pude, y huí despavorida en la certeza de que, si seguíamos cerca, no nos íbamos a separar (por acá viene tu frase, Paz).
luego comenzó esta locura de los reencuentros masivos gracias a "las herramientas sociales de internet" y supe de él otra vez. todo bien. pero ayer lo hablé, y no pude evitar la tentación de coquetearle un poco... otro mal presagio, apenas comencé, supe que no me detendría hasta tener un gesto, que llegó a la segunda frase.
y otra vez estoy aquí, con las hormigas en el interior de los muslos, el abombamiento en los oídos, el vacío en el estómago. ni siquiera lo he mirado a los ojos y he pensado en él cada vez que mi cabeza no tenía una responsabilidad de la que hacerse cargo, y he recordado cada detalle de nuestra inocente amor de niñez y de nuestra irresponsable y apasionada aventura de juventud. "no quieres superarlo" me dijo anoche. no, en realidad fue "no queremos". recuerdo eso y los dedos se me han dormido

viernes, septiembre 05, 2008

Septiembre

parece que fue ayer. corría el año 83 y por fin mi abuelo había terminado la primera parte de nuestra casa sólida, y por una venta, que intencionalmente coincidía con otra de la casa de madera (la ranchita, le decía mi vieja), entre mis papás, un par de tíos y sus familias, pasaron todos los muebles. la mudanza más breve del mundo.
recuerdo que fue en septiembre porque la casa se inauguró con sendos malones: el 18 con los Pizarro y el 19 con los Peña (la familia de mi abuela materna, que es mi otro familión, ya que los Guerrero entonces éramos poquitos).

en septiembre también nació mi Catalina. mi guata, redonda como un sol, y yo, vivimos un 18 de contracciones que sólo acabaron el 23, con mi pequeñita durmiendo sobre mi pecho. casi justo un año antes, habíamos recibido nuestro primer cacharrito, un reluciente peugeot 206 azul de china HDI.

hoy, 5 de septiembre, Rodrigo y yo recibiremos nuestra casa. suena lindo eso de Nuestra... aunque legalmente vaya a ser suya, todos sabemos que nadie me saca de ahí contra mi voluntad, jajajaja. pero en realidad lo que es más lindo es ver cuánto hemos podido construir en nosotros para llegar hasta acá: un matrimonio sólido y estable, 2 hijos maravillosos, confianza, complicidad, amistad.
la verdad es que nunca he sido muy pegada a las cosas, no porque sea taaaaaaaaaaan desprendida sino porque me avoco a lo que me convoca. acá en el departamento hemos vivido cosas importantes, pero no tengo esa emoción que alguna gente cuenta porque lo dejemos mañana; simplemente ya cumplió su función, y ya llegó el momento de que los niños crezcan y nosotros nos consolidemos.
fuera de eso, estoy chocha con nuestra maravillosa casita con vista a la bahía. siento que, aunque tuviésemos plata como para vivir en montemar, seguiría pensando que éste es mi lugar (decía Serrat: si te toca llorar, es mejor frente al mar, y digo yo que mejor ser precavidos), porque, aunque de este y del otro mundo nos han ayudado, llegar hasta acá ha sido gracias a nuestro esfuerzo y eso me hace sentir orgullosa.

en realidad me pasan cosas buenas a menudo. tanto, que nunca me di cuenta de que septiembre también tenía su lado especial

domingo, agosto 31, 2008

cuestiones de minas

durante mi vida he tenido mi lado masculino bastante desarrollado, y ha vivido en armonía con mi lado femenino. además, la naturaleza me ayudó por largos años durante los cuales las variaciones estrogénicas no me afectaron el ánimo, salvo cuando coincidieron con algún frío intenso y derivaron en una jaqueca de la puta madre que me hubiese puesto idiota y alterada incluso sin hormonas

pero parece que mi hijo tuvo un efecto secundario: más o menos desde hace un año, cuando tenía 7 meses de embarazo, tengo periodos en que me autodescribo como mujer histérica bajo el concepto literal: hister, de útero en griego, hormonal, estrogénica, absolutamente mina

algunas cosas me molestan, como la irritabilidad huevona ante expresiones que el Rodri no modera o las pequeñas pataletas de la Cata. pero hay una que me hace reir, es un aspecto que desconocía de mí y que parece ser la reacción retardada de algo típicamente adolescente, y son los celos de popularidad

entre los 15 y los 20 años fui una chiquilla bien anti prototipo, muy en mi onda y defensora férrea de mi independencia de pensamiento. católica apostólica y romana "de obra" (tía de colonias urbanas casi de profesión), defensora de la libertad sexual, muy natural en mi físico y de vestir despreocupado (aunque mis manos eran y estaban perfectas, manifestación de mi vanidad), interesada en la política pero despreciante de los políticos. pero curiosamente tuve amigas muy típicas, princesas enamoradas vestidas de color rosa, peinadas y aromáticas, soñadoras, muy señoritas todas ellas. en la vida real eso resultó en que todos los muchachos querían ser mis amigos, para estar cerca de mis amigas, jajajajaja... y la verdad no me importaba, yo me sentía orgullosa de que hombres y mujeres se interesasen en mi amistad

pero resulta que con este jaleo del facebook y el reencuentro con gente perdida en el tiempo, las amigas que conservo de entonces se han dado en recordar sus conquistas, sus coqueteos y sus triunfos en materia masculina: "pero cómo no te acuerdas de Fulano, si era el amigo más mino que tenía mi hermano? y yo salí con él por 2 meses"; "sí, claro que me contactó Mengano, qué no recuerdas que me persiguió por meses y yo nunca le di bola"; "pero no le digas a Zutano que me sigues viendo, yo sé que le costó mucho recuperarse cuando terminamos"...
los comentarios en sí me causan gracia, en muchas personas el fcbk es como una ventana a ese pasado que parece haber sido mejor; pero hay una vocecita en un rincón que responde estupideces como "obvio, si tú te gastabas tu tremenda mesada en ropa y peluquería cuando yo reciclaba las pintas de mis primas" o "si me hubieses puesto un mínimo de atención, te hubieras dado cuenta que el tipo me gustaba a mí"
nunca en la vida sentí cosas como esas, aunque sean pequeñas, marginales y no me alteren la vida; igual tengo que mirarme de frente y decirme que por primera vez me pasan cuestiones de minas. huevadas de minas

martes, junio 17, 2008

de muchas ausencias y más presencias

creo q nunca pasé tanto tiempo sin escribir en mi blog como ahora. de acuerdo con la fecha de mi última entrada, ya son algo más de 2 meses.


y no es culpa del facebook. o sí, un poco. tampoco de la pega. o sí, otro poco. y menos del Juanma. aunque tal vez sí otro poquito... y así va sumando, no me doy ni cuenta cómo de repente se hizo de noche, de repente se terminó el fin de semana, de repente ya hay que levantarse otra vez... todo parece suceder como por encanto, aunque en realidad no pasa de ser la típica vida de una mujer adulta.

(qué loco! es algo que sé desde hace más de 10 años y creo que es la primera vez que me defino como una mujer adulta...)

en fin, la vida ajetreada es entretenida, no tengo tiempo de comerme el seso pensando en tonteras e incluso llevo casi el mismo tiempo de ausencia en el blog que en la ausencia de crisis bulímicas (pero no de las ansiosas, las caderas acusan...). asumo que ello es a causa de que mis múltiples funciones me hacen bien.


aunque tengo este post iniciado desde el 17 de junio y ya es 29, aún recuerdo cuál era la idea principal de esto. era dejar constancia para mí que, por primera vez desde el 2002, sobreviví a un día del padre sin odiar a todo el mundo.
papi, te extraño como siempre. mi vida es buena y soy feliz, pero siento que nunca voy a superar que te hayas ido; nada más creo que al fin encontré el lugar en que puedo guardar mi nostalgia y mi dolor para que sólo me dé fuerzas y nunca más me las quite. aunque la Cata me hizo locamente feliz desde el día en que supe que existía, siento que Juan Manuel me ha rehabilitado de tu muerte.
mi chiquito no se parece mucho a tí, sabes? pero tiene un gesto que hace con las cejas y la frente cuando pone atención que es totalmente tuyo. y tiene tu carácter (que también es mío): es observador, sociable, risueño y bueno para la pachanga. ah, también disfruta de la comida como un manjar en cada bocado, sin importar si es una simple papilla de pollo y verduras o un sofisticado postre de papayas y peras molidas.

sabes, papá? como la Cata es mi vida y la he amado con pasión desde siempre, porque la esperé toda mi vida, eso de que las niñas son del papá y los niños de la mamá se me hacía un poco ajeno... claro, una cosa es lo que teníamos tú y yo, nuestra complicidad, nuestra amistad, la forma de discutir y de entendernos y desentendernos; pero yo no lo identificaba con que tú fueses hombre y yo mujer. tampoco me consideraba una electra, porque te amo con fuerza infinita, pero siempre tuve tanta conciencia de las cosas tuyas que no me gustaban que, con cierta conciencia, las buscaba en los hombres para evitarlas, jaja...
ahora miro a mi Juan Manuel y siento un amor diferente. tampoco es un amor de yocasta, pero tiene una frecuencia distinta a mi amor por la cachorrita... ella es mi compañera, él es mi bebé. ella me apoya y me entiende, él me busca y me necesita. cuando lo miro me llena tanto, papá, siento que no necesito nada más en mi vida desde que tengo al Juanma conmigo, y por eso ahora creo que él me ha devuelto cosas de tí de esas que me hacían vacíos.

jueves, abril 10, 2008

monogamia

me confieso? en esencia soy promiscua y descubrí como a los 20 años que traía un gen típicamente masculino: puedo vivir libremente la independencia de los afectos y los instintos. un coreano me miró una vez los labios y me dijo: lunar cerca de boca es sexy, pero mujer infiel...
tonces, como consigo mantener la monogamia? en un símil al 1% de inspiración y 99% de transpiración, podría decir q con un 1% de convicción y un 99% de concentración. debe ser por eso que disfruto tanto mis sueños adúlteros, por locos y salvajes o casi inocentes que puedan ser

el de anoche fue discreto. un chico guapo (cara conocida y ligeramente menor que yo), mucho, pero mucho coqueteo, y 2 besos. había olvidado la sensación de mariposas en el estómago!!!!!
a mí me encanta mi marido, me pasan cosas con él y me podría pasar horas mirándolo, pero la sensación química, aunque intensa y placentera, tiene otra carga de adrenalina
supongo que por eso hay personas que creen que incluso el deseo por un tercero es infidelidad, pero pucha, si las fantasías son sólo eso, qué podría tener de malo y cómo podrías reprimir incluso los pensamientos.
me daría mucha vergüenza que supiera que soñé con él, pero estoy tan feliz que hasta le daría las gracias, ando con una sonrisa de oreja a oreja y hasta me vi más bonita en el espejo esta mañana. 2 besos intensos, ricos, apasionados... es incluso mejor que si nos hubiésemos besado en la vida real, porque siempre voy a creer que besa increíble y que tenía ganas de besarme A MI

el comentario freak es que, por alguna curiosa razón, mis infidelidades reales de soltería y las imaginarias de la vida de casada siempre tienen de música de fondo a Calamaro. será por la media verónica, que no va a saber qué hacer cuando no sople más viento (no sabe distinguir el amor de cualquier sentimiento), ni va a saber qué hacer cuando despierte del todo y borre con la mano lo que ayer escribió con el codo?

martes, abril 08, 2008

Etapa 3

la primera vez que me dio pudor gastar tanta plata de una vez fue cuando nos casamos por la iglesia con Rodrigo. en rigor no era taaaanta plata, pero igual era el equivalente a un auto nuevo.
después vino el parto de la Cata. tampoco fue la plata desembolsada, porque como el Rodri es médico, no pagamos honorarios al equipo sino sólo los gastos clínicos de día cama, medicamentos, pabellón y esas cosas, y además el excepcional plan de isapre hizo que una cesárea en la clínica más cara de Viña resultara más económica que un PAD de Fonasa por parto normal en cualquier otro lugar. eso fue lo que me pateó la conciencia, pensar que estando en mucho mejores condiciones, teníamos que gastar menos que familias con ingresos de aproximadamente 1/5 de los nuestros.
y ahora es el colegio de los niños. aunque vivo según las reglas del juego y no me quejo, me huevea la conciencia pensar que por colegiatura vamos a pagar más que el sueldo mínimo. sí, igual le pongo harto a un problema que mucho preferirían tener, pero no me satisface la explicación de "lo mucho que nos hemos esforzado estudiando para tener las pegas que tenemos y ganar lo que ganamos", porque mi viejito maravilloso, mi abuelo, si llegó hasta tercero básico fue porque a su madre viuda no le quedó otra opción que ponerlo de niño de los mandados en una "casa bien" en la que a cambio le daban un rincón en la cocina para dormir y una que otra sobra para no morirse de hambre, así que no me trago eso de que toda la gente con poca educación es floja o carece de espíritu de superación. yo veo que con sus habilidades básicas de lecto escritura y las operaciones matemáticas básicas, mi tata fue capaz de dar a cada uno de sus 3 hijos educación técnica, regalarles un terreno y ayudarles a construir su casa propia (con plata y con pega, porque mi viejito es obrero de la construcción), y lee el diario y la biblia para tener variantes a las historias que cuenta a sus nietos.
pensé en escribir que soy mala burguesa, pero la verdad es que soy burguesa culposa: disfruto de lo cotidiando, pero las decisiones de época me alteran lo poco de conciencia social que me queda. alguien que se educó en colegios particular-subvencionado-gratuitos podría imaginar que sólo por dar su hija un examen de admisión tendría que pagar el equivalente a un uniforme completo del que usó en sus años escolares? o que si le toca pagar cuota de incorporación, ésta será mayor a la renta vitalicia que consiguió su vieja luego de dejar los pies en la calle visitando aseguradoras?
está claro que quiero las mejores posibilidades para mis bebés preciosos, razón de mi vida, pero concluyo que ellos son hijos de la burguesía; yo sólo soy su esposa

lunes, abril 07, 2008

a luca y a mil...

la idea original de este post era hacer algún tipo de alusión para que un conspicuo contertulio, dueño de un blog de aportes multidisciplinarios, tasara el valor (anti) comercial de incluir entre sus colaboradores a una mina normal (risas: vida normal súper atípica, xq estoy casada x todas las leyes; después de casi 7 años sigo enamorada de mi marido; crío personalmente a mis hijos x opción propia y me creo mamá europea xq no gasto plata en nanas y trabajo desde la casa gracias al manos libres, skype, msn y el correo electrónico; soy católica-apóstólica-romana ferviente del libre albedrío, así q repóngame el postinor 2 en la atención pública... o sea, con cueva podría decir q no soy un arquetipo, pero eso es discutible...)
de ahí el título: me iba a promocionar. pero antes de escribir me di una vuelta x varios de los blogs q frecuento y me-con-que, q pasa con el universo bloguero q la gente ya casi no escribe... asumo q el altamente adictivo facebook debe estar mermando el tiempo disponible para el ciberespacio (aunq ya sé q a juan el tiempo se le va entre su pega asumida y su flaca adorada... eso es amor, negro!!!!), xq no hay fin de semestre a quien culpar y, bueno, no pueden ser contadores todos...
lo obvio es q tampoco yo estoy muy dedicada a postear, y x eso pensé en todas las cosas q hoy podrían ser motivo de inspiración, y acabé mordiéndome la cola con lo de siempre: mi papá (miércale, viejo, no hay un sólo día en q no estés en mi recuerdo), mis hijos adorados y adorables, lo bueno y lo malo del amor de mi vida, la parte de mi familia política q es la piedra en el zapato, mi familia... al final tengo la cabeza llena de ideas a medias y de noticias nacionales mediocres y se me quitaron las ganas de hacer un post de verdad

jueves, marzo 27, 2008

Entre Lolita y Pucca

advierto que hoy esto es egolandia...

desde pendeja fui gusto de viejo. antes me daba un poco de vergüenza, sentía que era medio decadente; pero un amigo de la u (grande molina! en qué andarás ahora?) me decía con total soltura y hasta un poco de orgullo que él era gusto de viejas y de gays, y eso más el tiempo acabó por relajarme.
salvo un par de ordinarieces de altísimo calibre que me dirigieron 2 cabelleros mayores impecablemente vestidos, uno en el sector de los ponientes en Viña y otro en una calle interior del barrio el golf en santiago, ahora disfruto la sensación de sentirme deseada por un tipo que no tiene ninguna obligación conmigo, y no me deprimen sus arrugas, canas o manchas. pero eso es algo que había olvidado y que recordé gracias a un grupo de 5 ó 6 sesentones que compartían una cerveza en la flor de chile, el único local que es verdaderamente picada en el sector de restoranes caros en esta snob ciudad jardín. con una sonrisa abierta pensé para mis adentros, ey, no estoy ni peor, y seguí caminando con mi precioso bebé de 4 meses en brazos, gozando de las miradas y los comentarios entre educados, galantes y ligeramente calurosos de mi barra pop

esa fue la buena parte del día. la mala partió buena y acabó en achaque. pucca es un dibujo animado que representa a una karateca divertida absolutamente enamorada de un ninja; aunque el cartoon no es mudo, ellos 2 sólo emiten sonidos, no hablan, y representan una serie de situaciones muy graciosas en que ella lo persigue para besuquearlo y dar rienda suelta a una pasión que él no rechaza, pero que no retribuye tampoco. mientras mi hija veía esos monos, yo reía para mis adentros pensando en que, salvo mi hiriente e inútil amor platónico de adolescencia, nunca dejé de tener a un hombre que me propusiera. si me gustaba un chico y según mi edad e intención, siempre conseguí robarle un beso, pololear con él o llevármelo a la cama, porque cuando un tipo me gusta soy activa sin ser agresiva; por eso n veces me pregunté si conseguía al muchacho en cuestión porque lo conquistaba o porque no se atrevía a decirme que no, y eso me hace mucha gracia.
pero al pensar que era una especie de pucca ostigosa y apasionada, pensé que en realidad no podía decir que me parecía a la muñeca oriental pues ella es silenciosa, directa y come fideos en platos pequeños y sin arrepentimiento, y aquí me achaqué. ansiosa. bulímica. al menos no soy anoréxica, pero 2 trastornos alimenticios que se arrastran desde antes de los 20 y subsisten a los 33 parecen un mal record (la voz de mi cabeza susurra: mara, eso sólo se controla, jamás se cura) y presiento la expresión de mi dentista el próximo martes al comentar en tono cómplice el extraño desgaste del esmalte en mi dentadura tan bien cuidada.
siempre que viene una crisis me doy cuenta, y me concentro en tratar de controlarla, en comer masticando y no tragar, en llenarme con agua cuando el impulso es comer a cucharadas el milo de la cata y en ir al baño lo menos posible, pero de vez en cuando no puedo controlarlo y estoy pensando en que no debería estar provocándome vómitos (otra vez la voz: no debo, no debo, no está bien) justo en el momento en que empiezan las arcadas.
yo digo que para mí no hay remedio, pero ya decidí que iré (yo, mamá, y no llevaré a mi nena) a una sicóloga infantil para que me ayude a no "heredarle" el problemita a mis enanos.

(funcionó el exorcismo: lo escribí y ya no tengo que pelear con mi alter ego al lavarme los dientes)

miércoles, marzo 12, 2008

La de siempre

Y aquí estoy, soy yo, la misma de siempre.
Sólo que ahora ya tengo la familia completa que soñé toda mi vida: un marido amoroso y preocupado que acaba de conseguir el trabajo por el que nos hemos sacrificado juntos, una hija inteligente, tierna y bella y un bebé risueño, hermoso y despierto.
Sólo que ya no me persiguen las deudas bancarias ni emocionales, así es que casi podría decir que trabajo por que me gusta.
Sólo que me he obsesionado con las maratones y me estoy entrenando full, aunque dudo que alcance a correr la maratón de Santiago incluso en categoría 10 kilómetros este abril.
Sólo que otra vez tengo el pelo rojo y corto, y he bajado de peso, y me fijo en lo que como (no para adelgazar, sólo para no engordar) y en cómo me visto (no para verme mina, sino para no parecer la nana de mis hijos).
Sólo que ya no tengo tiempo para ver la novela de las 8 de la noche y que tengo el mismo libro sobre el velador desde que llegué de la clínica tras el parto.

En lo demás, sigo indemne. Habladora, golosa, obsesiva, empalagosa, buena amiga, lujuriosa, algo torpe pero perfeccionista... en fin, la de siempre.