viernes, septiembre 07, 2007

Pendientes...

Mi reducida contertulia me extraña, se agradece.

El arribo a la vida real después de las cortas y merecidas vacaciones ha sido lleno de necesidades domésticas, profesionales, familiares y amistosas y me ha mantenido lejos del blog, lo que podría mirarse con optimismo bajo la óptica de quien piensa que a veces expongo demasiado en este asunto, olvidando la advertencia que encabeza este rincón (cualquier semejanza con la realidad...)

Supongo que puedo recapitular un par de cosas, que casualmente coinciden con mis temas recurrentes (no nos pongamos odiosos, todos escribimos sobre lo que conocemos y nos conmueve).


La primera y feliz fue el primer vistazo a mi esperado Juan Manuel. Una ecografía en 4 dimensiones (incluye movimiento) me mostró su carita, su espalda, sus piernas, los dedos de sus manos y pies y hasta su masculinidad. Como una de las posibilidades ante tal imagen, me enamoré de mi hijo, y quise tenerlo ahora ya entre mis brazos, durmiendo acostado en mi pecho, pude anticipar el peso y el calor de tener así.

Cuando amo a mis hijos (la que hoy tiene casi 3 y el que aún no nace) me pasan dos cosas. Una, que no puedo entender que existan papás y mamás que se desentiendan de sus hijos, que descarguen en ellos sus frustraciones o que se agobien de sus necesidades... yo podría pasarme media vida admirando hasta su terquedad y buscando los rasgos y gestos de otros que amo (su padre, mis padres) en sus caritas. La otra, me emociona darme cuenta que, por variar, he tenido suerte; suerte en tener una vida buena que me permita amarlos tan desvocadamente como los amo, y de haber tenido, a mi vez, padres que me han amado como lo hicieron... cuando un par de mis amigos cree que mi fe es de esas que se sustentan en buscar un sentido a la vida y a las cosas que pasan, siempre pienso que no la necesito para eso, porque mi vida ha sido tan buena que no necesito traspasarle cargas y culpas a un ser ajeno.

El otro evento que me marca y me dirige en estos días es la muerte de la mamá de mi amigo Roberto. Podría usar la maneada frase acerca de que era mayor, que tenía cáncer y ya lo estaba pasando mal, pero - puta la weá - mi viejo se murió hace casi 6 años y no hay explicación de mierda que se me pase por la cabeza y me conforme. Acepto, asumo, me medio conformo, sigo adelante, disfruto de las buenas cosas que me suceden e intento solucionar los entuertos en que me meto; pero, puestas las cartas sobre la mesa, que el Juano me falte es algo que nunca voy a superar. La viudez de mi madre tampoco, así que me costó armar un par de frases coherentes frente al triste y muy mayor viudo.
El optimista cruce con la historia fue ver a todo el batallón de amigos de siempre que consiguió dejar hijos encargados por ahí, suspender terrenos de trabajo, viajar varios kilómetros y postergar el hambre y el cansancio por estar ahí, agradeciendo a esa familia las muchas veces que nos abrió su corazón y su casa, que nos subvencionó el carrete, que nos alojó en la resaca. Parece que de nuevo tengo suerte: tengo muchos y buenos amigos en el país de los pocos amigos.



Y, bueno, eso es. Son las cosas importantes que me mantuvieros lejos de mi vida virtual (junto a un kilo de huevadas diarias y domésticas). Espero ponerme al día.

5 comentarios:

Ale dijo...

Amiga/colega: yo de los hijos tengo un post en mi blog. De como los niños me llenan la vida y espero tener los mios pronto pa darles todo lo que quiero y puedo entregarles.

Que bello es tu Juanma!!!!

Respecto d el amuerte, a mi nome ha tocado vivir la de mis padres pero si la de msi dos abuelas y mi tata y dejame decirte que hasta el día de hoy es algo que me acompaña día a día y demasiado dificil de superar.

La extrañabamos!!!!!

Francisca Westphal dijo...

Yo creo que hay que tener pasta para ser mamá, el corazón inmenso para regalarlo y sacarles la caca con la mejor cara, y por eso también creo ser capaz de empatizar con aquellos que no lo eligueron y les tocó por irresposabilidades o que se yo, lo terrible es los ninhos lo pagan a lo largo de la ida, creo que hay ser tremendamente generosos y regalarles miradas y besos llenos de todo el amor del mundo y que ne cada acto se note ese amor, pero hay que reconocer también que a veces también satura y se nos va la paciencia, no somos perfectos... y la muerta... no creo que se supere, solo que se aprende a vivir con ese dolor... besos Mara, has erscuchado esa canción de Víctor Heredia y Serrat? es preciosa!!!

bufonazo dijo...

en el pais de los pocos amigos... que verdá má grande iñora...! en stgo sobretodo q es dificil mantener la amistad, el ritmo trabajolico, las grandes distancias y la vida postmodernista siempre atentan contra la amistad...

yo tengo un par de amigos cerca... los otros a kiles de kilómetros...q mal... y encuento a su hijo...q se debe decir en estos casos... felicitaciones?... bueno, eso felicitaciones....jajajajaa me imagino lo contento que deben estar vos y tu esposo...!

cuando nacio el hijo de mi mejor amiga nunca vi una cara mas de felicidad que la de mi amiga...era una mezcla de satisfaccion, placer y alegria... nunca mas volvi a ver una cara así...
ya q latero estoy

un abrazo y suerte!

Seok4 dijo...

cuéntate alguna maldad po. :P

Santiago Paz dijo...

No puedo aun saber que es ser padre. Pero espero ser tan bueno o mejor que el mio.

Te extrañaba por estos lados. Y me imaginaba que las cosas de la vida te tenian media apanada. Bueno, son cosas que pasan.

Te cuento que andaré cerquita de tu tierra. En Limache pa ser exacto. Asi que, al menos en espiritu, al mas puro christian style, estaremos cerca.


beijos colega.



atte:
Paz